Georgia es un país con cultura de origen, antigua y rica que se remonta hasta milenios. Culturalmente, históricamente y políticamente, Georgia se considera oficiosamente como parte de Europa. Sin embargo, su localización en el Cáucaso la sitúa en una supuesta frontera imaginaria entre Europa y Asia.
Etimología
Los georgianos se llaman a sí mismos kartvelebi (ქართველები) y a su lengua, kartuli (ქართული). Estos términos derivan del nombre de un legendario jefe pagano, Kartlos, de quien se dice que es el “padre” de los georgianos.
El nombre euro-latino del país desde la Edad Media, Georgia, se cree proveniente del griego geōrg- (γεωργ), creyéndose que guarda relación con San Jorge (el santo patrono del país) o con el griego γεωργία (gueōrguía, agricultura).
En la antigüedad a los habitantes del este de Georgia se les llamaba iberos o iberios (en griego: iberoi), por el reino caucásico de Iberia, lo cual confundía a los geógrafos antiguos, quienes pensaban que este nombre se aplicaba sólo a los habitantes de la península Ibérica; la costa colonizada por los griegos era la célebre Cólquida en el oeste de Georgia.
La Georgia antigua y medieval
El actual territorio de Georgia fue, en tiempos de los griegos, la antigua Colquis, hacia la que Jasón y los Argonautas viajaron desde el puerto de Yolcos en busca del Vellocino de Oro. En tiempos del Imperio Romano la región estaba dividida en una parte occidental llamada Cólquida (donde los griegos fundaron varias colonias costeras) y otra interna llamada Iberia. Los Romanos conquistaron con Pompeyo la parte costera de Georgia a la que dieron el nombre de "Provincia de Lazicum", mientras redujeron a vasallaje el reino de Iberia. Durante siete siglos la Georgia romana fue controlada por Roma y Constantinopla, dejando una huella indeleble en la religión cristiana de los georgianos.Estos dos reinos georgianos en la antigüedad, Iberia en el este del país y Cólquida en el oeste, estuvieron entre las primeras naciones de la región que adoptaron el Cristianismo (317 y 523, respectivamente).
Egrisi presenció con frecuencia batallas entre los rivales Persia e Imperio Oriental romano, los cuales pretendían conquistar Georgia cada cierto tiempo después del segundo siglo después de Cristo.
Como resultado de esto, estos reinos fueron desintegrados en varias regiones feudales en los primeros años de la Edad Media. Esto hizo fácil a los árabes conquistar Georgia en el siglo VII. En los comienzos del siglo XI, las regiones rebeldes fueron liberadas y unidas al reino de Georgia. Comenzando el siglo XII, el dominio de Georgia se extendió sobre gran parte del Cáucaso meridional, incluyendo zonas nororientales y casi toda la costa norte de lo que hoy es Turquía.
Este reino de Georgia, que era tolerante con sus súbditos musulmanes y judíos, fue sometido por los mongoles en el siglo XIII. Consecuencia de ello fue que los diferentes gobernadores locales lucharon por su independencia del gobierno georgiano central hasta la total desintegración del reino en el siglo XV. Los reinos colindantes aprovecharon la situación, y desde el siglo XVI el Imperio Persa y el Otomano subyugaron el este y el oeste de Georgia, respectivamente. Los gobernadores de estas regiones, que habían conservado en parte su autonomía, organizaron rebeliones en varias ocasiones. Sucesivas invasiones persas y otomanas debilitaron a los reinos y rebeliones locales. Como resultado de las guerras contra los estados islámicos la población de Georgia se vio reducida a 250.000 habitantes.
Protectorado y posterior anexión al Imperio ruso
En 1783 Rusia y el reino oriental georgiano de Kartli-Kakheti suscribieron el Tratado de Gueorguievsk, de acuerdo con el cual Kartli-Kakheti recibía la protección de Rusia. Esto, sin embargo, no evitó que Tiflis fuera saqueada por los persas en 1795.
El 22 de diciembre de 1800 el zar Pablo I de Rusia, aprovechándose de la petición del Rey georgiano Jorge XII, firmó la proclamación correspondiente a la incorporación de Georgia (Kartli-Kakheti) al Imperio ruso. La proclamación fue anunciada el 18 de enero de 1801.
Sólo una pequeña parte de la nobleza georgiana se sometió, mientras otros organizaron rebeliones anti-rusas en varias ocasiones. En el verano de 1805 pequeños destacamentos rusos en el río Askerani y cerca de Zagam derrotaron al ejército persa y protegieron Tiflis. En 1810, después de una breve guerra, el reino georgiano occidental de Imereti fue anexado por el zar Alejandro I de Rusia. El último rey imeretio y último bagrátida georgiano Salomón II murió en el exilio en 1815. Desde 1803 a 1878, como resultado de las numerosas guerras rusas en contra de Turquía e Irán, algunos territorios fueron anexados a Georgia. Estas zonas (Batumi, Artvin, Akhaltsikhe, Poti –que mantiene una importante población de origen griego– y Abjasia) ahora representan la mayoría del territorio georgiano.
El principado de Guria fue abolido en 1828 y el de Samegrelo (Mingrelia) en 1857. La región de Svaneti (Svania) fue gradualmente anexada entre 1857 y 1859.
Molt bé! Però de menjar ni una paraula! Així que caldrà anar per vorer que ens donen de menjar al Periplo! Salut, música i alegria!
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